Habilidades digitales muchas…pero, ¿comunicativas?
Después de una merecida pausa para el café, aunque fuese imposible comer nada porque aun teníamos en la garganta la comida del restaurante, dio comienzo por fin la ponencia más esperada para nosotras (que conste que no lo decimos con ironía). Pese al aburrido título: “Formación del periodista. Las habilidades digitales”, nos picaba la curiosidad de cómo sería nuestro profesor Daniel, o para nosotras “el argentino”, hablando en público. Su intervención fue sin duda la más amena de las cuatro, pero sus alumnos quedamos muy decepcionados con el moderador, que apenas le dejó 5 minutos para hablar.
A continuación el moderador, Ramón Salaverría, colaboró con una extensa y aburridísima charla aportando gráficas, números y más números de la evolución de los estudios universitarios de periodismo. Casi retrocedió hasta la prehistoria con tanto dato, y semejante rodeo ¿para qué? Pues cómo no, para acabar haciendo propaganda de su universidad, la de Navarra. Agradecemos la “chistosa” intervención de nuestro argentino, que, en el momento en el que Salaverria nombró el plan Bolonia no pudo resistirse y añadió: “rica salsa”. Que chispa Daniel… ¡de mayor mechero!
Para no ser nosotras demasiado criticas, ni detenernos en exceso en el hecho de que fue la única ponente que tuvo el valor de dedicarse a leer folios y más folios sin levantar la cabeza y aún así considerarse periodista, nos remitiremos a un acertado comentario de una alumna suya, sentada a mi lado en el congreso con su super tablet-PC: “QUÉ VERGÜENZA”.
A nosotros, en el primer cuatrimestre de primero de carrera ya nos han explicado que leer sin dirigirse al publico está mal… y es signo de escasas habilidades comunicativas: si no sabes hablar, se humilde y haz como Sergio Caro: no hables. ¡Y menos aún 20 minutos robándole tiempo a Daniel!

Y por último Daniel, que dio una lección a todos hablando de lo que había que hablar sin hacer publicidad de nada. Como el título de la ponencia era “la formación del periodista”, pues obviamente, habló de eso. Para Cabrera “el periodista está en formación constante, el profesor está en el mismo transcurso de aprendizaje que el alumno pero un poco más adelante”. El hilo de su discurso fue comparar el plan Bolonia (que viene a destronar al profesor catedrático para ponerlo al nivel de los alumnos) con lo que debe ocurrir en las empresas: “el director ejecutivo que pone normas debe desplazarse”. Su tiempo se acabó demasiado pronto, pero nos dejó una buena frase para reflexionar: “el periodismo es comunicación y por lo tanto el único modelo aceptable es el de ponerse por igual en la mesa redonda de la vida”.
Para alivio nuestro durante la noche tuvimos la oportunidad de hablar personalmente con Daniel y entre copas, hipidos y vernos doble mutuamente recibimos algún consejo interesante para nuestro futuro como periodistas.
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