martes, 21 de abril de 2009

"Moldavia no está de moda"

El pasado lunes 20 dedicamos la clase de géneros de redacción periodística a analizar que medios deberíamos utilizar para obtener la información necesaria para hacer un reportaje de calidad. Con ese fin, nuestro profesor Daniel nos propuso una noticia concreta de actualidad: la revolución en Moldavia por la iniciativa de una joven periodista: Natalia Morar. Resulta que este nombre está detrás de la revuelta que el pasado día 7 asoló el centro de la capital de Moldavia, que no dejó un mueble entero en las sedes del Parlamento y la Presidencia.

Más de 20.000 personas salieron a la calle ese día para manifestarse contra el fraude electoral en el país. Durante los disturbios se produjeron más de 200 heridos, un muerto y se practicaron cerca de 300 detenciones. Tras los hechos el presidente Vladimir Voronin comunicó que Morar y todos aquellos que provocaron los altercados serán juzgados por intento de golpe de Estado.

Se podría decir que todos estos datos son lo suficientemente escandalosos como para hacer florecer a su alrededor decenas de llamativos titulares. Sin embargo parece ser que, como dejó caer nuestro profesor “Moldavia no está de moda”, y es que la mayor parte de los medios de comunicación han centrado más su atención en el hecho de que la manifestación se convocó a través de una red social (Twitter) que en el hecho en sí. Observemos algunos titulares: “20.000 personas salen a la calle convocadas por Twitter” (La Voz Digital de Cádiz), “la revolución Twitter” (ABC), “Twitter, la red de los revolucionarios” (la Voz de Galicia).
Mientras el mundo se sorprende del poder de Internet, Natalia Morar corre el peligro de ir a prisión por haberse mostrado opuesta al gobierno: “si me encuentran, me detendrán y lo que suceda luego nadie lo sabe” (elpaís.com).

Algo similar ha pasado últimamente con Rosana Saberi, la periodista con doble nacionalidad (estadounidense e iraní) que ha sido condenada a ocho años de cárcel por el gobierno iraní por ejercer supuestamente de espía para el de EEUU (en un principio fue detenida por comprar una botella de vino, pero al parecer ejercer auténtico periodismo en este país hace que los cargos se transformen por arte de magia…). Al final de la clase llegamos a una curiosa reflexión con Daniel: para la gran capacidad de movilización que es capaz de crear la mayor potencia del mundo, poco habíamos oído hablar de esta mujer hasta ahora, siendo que estaba en prisión desde enero: ¿será que hasta hoy no había demasiado interés en hacerle propaganda?

Y es que a veces, las mayores historias no consiguen llegar a las portadas.

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