La periodista Samanta Villar se enroló hace unos meses en un delicado proyecto: 12 episodios en los que vive durante las 24 horas del día la vida de otra persona. Las personas con las que comparte los 21 días son individuos con alguna característica que hace que sus vidas resulten atractivas a la vista de la gente normal y corriente: adictos al cannabis, vagabundos, gente con problemas alimentarios…
Samanta Villar, periodista de 33 años licenciada en la Universidad de Barcelona, está dispuesta a todo. En sus documentales muestra absoluta disposición para todo y ha llegado a verse involucrada en situaciones verdaderamente críticas. Desde pasar frio durmiendo a la intemperie, hasta no parar de fumar porros en todo el día o dejar de comer, solo para “sentir en primera persona” lo que los individuos con estos problemas viven y sienten y con los efectos que todo ello conlleva.
Pero al cabo de 21 días Samanta vuelve a tener su vida de siempre y la experiencia que hace de la vida de muchos un absoluto infierno, se ha convertido en un auténtico espectáculo para la gente que está tranquilamente en los sofás de sus casas frente a la televisión. Admiro mucho el trabajo y el coraje de esta periodista, pero también creo que su trabajo supone una parte negativa, una frivolización de los temas mostrados y una fuente de morbo para el público a costa de la vida de personas cuyo infierno no dura, ni mucho menos, 21 días…
osease k solo el programa va a durar 1 año¿? me parece mu weno el trabajo k realiza..y las experiencias k vive,y nos enseña para que la gente vea la cruda realidad de la vida.
ResponderEliminary no es todo de color de rosa